Gindeon Sunback. Quizás no les suene el nombre, pero el invento de este ingeniero sueco (1850-1954) lo usamos día sí y día también. Cuando nos vestimos (y nos desvestimos), cuando nos calzamos (y nos descalzamos), cuando cerramos el equipaje (y cuando lo abrimos)…. Quizás se pregunten: ¿y qué demonios inventó Sundback? Nada más y nada menos que la cremallera (de hecho, su gran mérito fue perfeccionar varios prototipos anteriores). Y no porqué quisiera hacernos la vida más fácil, sino porque andaba detrás de un sistema para cerrar herméticamente las sacas de correo y que las cartas no se extraviaran. Así pues, la cremallera metálica – tal y como la conocemos hoy en día- se inventó oficialmente en 1914. El otro gran mérito de Sundback fue diseñar una máquina que la producía a escala industrial. Y es que además de ingeniero, el joven sueco que había emigrado a Estados Unidos a probar fortuna se convirtió en un avispado empresario.
Hace unos años, el arquitecto Juli Capella publicó el libro Así nacen las cosas (Electa). El título era elocuente, pues en aquellas páginas se dedicó a diseccionar la historia de pequeños grandes objetos del diseño cotidiano. Y junto con la cremallera, glosó los clips metálicos, las pinzas de madera para tender la ropa, los post-it, los abrelatas… Cierren los ojos por un momento e imaginen su vida diaria sin ellos. Imposible, ¿verdad? A pesar de su sencillez, ningún diseño actual ha podido superar la funcionalidad de estos objetos. Pero volvamos a la cremallera. Al principio fue utilizada sobre todo en el sector industrial (para cerrar sacos y bolsas de tabaco) y en el militar (para ajustar las botas de los soldados). Pero, como era de esperar, la cremallera no tardó en saltar a la moda, tanto infantil como masculina (en 1940 el 85% de los pantalones ya llevaban cremallera). Que llegara al armario femenino era solo cuestión de tiempo. Y en este aspecto, el cine de la época puso mucho de su parte, en especial Gilda y aquel sugerente vestido negro que se quedaba atascado. Porque si de algo también puede presumir la cremallera es de un alto poder de seducción.
*Cartera Beech de Equipaje BCN (disponible en piel negra o marrón).
Gilda: «Nunca consigo cerrar una cremallera. Quizás esto signifique algo… ¿no crees?»