No, no se llama carpet bag por casualidad. Esta antigua bolsa de viaje de asas cortas se construía con las partes todavía aprovechables de las viejas alfombras. De ahí su nombre (carpet, que en inglés significa alfombra) y también su característico estampado floral.
Las carpet bags se popularizon a mediados del siglo XIX en paralelo a la aparición del ferrocarril pues los nuevos viajeros necesitaban un equipaje barato y resistente. De hecho, las carpet bags fueron las primeras maletas en fabricarse masivamente.
Por eso no sorprende que en la película homónima, la desafiante Mary Poppins lleve una carpet bag el día que llega a casa de la familia Bank. ¡Pero es que en la Inglaterra de 1910 todo el mundo tenía una! Lo que ya no era tan común es que del interior de una maleta hecha con retales de alfombra cupieran objetos tan inverosímiles como una lámpara de pie o una planta. Pero esta es la magia del cine: hacernos creer que la fantasía es real.
Un siglo más tarde, las carpet bags aún sirven de inspiración tanto a las marcas de lujo (y es cuando nos viene a la cabeza la imagen de la Hysteria Bag de Gucci) como a las devotas del DIY en clave retro. Sea como sea, las bolsas de viaje grandes, resistentes y delicadamente floreadas siguen al pie del cañón (y cargando con ellas una historia ciertamente curiosa).
*Pictures by The Metropolitan Museum Of Art & Disney